nuestro por qué:

Asegurando ingresos prósperos para pequeñas productoras

Igual que en otras partes del mundo, las estructuras tradicionales de las comunidades de Costa Rica y México le han dado más poder y agencia a los hombres que a las mujeres. En México, Costa Rica, y muchas partes de América Central, esto se conoce como machismo: la tendencia a devaluar todo acto o persona que se percibe como femenina, y que, en cambio, le da más valor a actividades masculinizadas.

 
 
 

En el sector del café, el machismo se muestra de muchas formas que limitan el poder y el empoderamiento de las mujeres.

 
 

tIERRA

LA MAYOR PARTE DE LAS TIERRAS FÉRTILES están en propiedad de hombres y son heredadas a otros hombres.

finanzas

existen dificultades para acceder a crédito cuando no se tienen títulos de propiedad y/o un ingreso fijo.

tiempo

comúnmente se espera que las mujeres cuiden la tierra, sus hogares y generen ingresos familiares adicionales.

 

liderazgo

muchas cooperativas permiten solamente a miembros poseedores de tierra. Incluso cuando las mujeres forman parte de las cooperativas, usualmente tienen menos tiempo para participar en reuniones y posiciones de liderazgo.

trabajo

las mujeres que administran las fincas y son jefas de hogar a menudo tienen familias pequeñas y pocos de estos miembros pueden hacer el trabajo de la finca.

educación

históricamente las mujeres de zonas rurales han tenido un menor acceso a educación. En años recientes, sin embargo, esto ha cambiado. ahora, productoras de café jóvenes están alcanzando mayores niveles educativos.

 

¿por qué te debería importar?

Erradicar la inequidad de género debería de ser una prioridad porque es lo correcto.

Además, cerrar las brechas de género es beneficioso para la industria del café porque puede incrementar los rendimientos y la calidad.

Con respecto a la calidad del café, un estudio demostró el incremento en los puntajes de catación cuando participaban en las sesiones de capacitación tanto las mujeres como los hombres.

En términos sociales, empoderar a las mujeres rurales puede llevar a mejoras sociales, económicas y ambientales en las comunidades rurales. Las crisis humanitarias también suelen impactar más severamente a las mujeres que a los hombres. Por eso, al trabajar los problemas y crisis específicas de la industria, es imperativo considerar los impactos que estos tienen en las mujeres y asegurar soluciones que sean equitativas en temas de género.

A pesar de que la inequidad de género es un gran problema en América Latina y el mundo, es importante mantener en mente que las inequidades de género experimentadas por cada mujer son profundamente personales. Además, que el empoderamiento dentro del sector cafetalero se puede extender más allá del mismo. Por ejemplo: el desarrollo de seguridad y un mayor sentido de valor propio que se genera al participar en una cooperativa, es muy valioso también fuera de estas estructuras.

Debido a estas realidades, una de las razones más importantes para erradicar la inequidad de género en el sector cafetalero, es mejorar la calidad de vida integral de las mujeres.